Revista Esprit: Génesis y vigencia

Esprit es una revista de intelectuales, surgida en Francia en el tercer decenio del siglo XX, como resultado de la crisis social del momento, la figura de Emmanuel Mounier es fundamental en el surgimiento de éste medio de análisis del fenómeno social, mismo que continua hasta nuestros días, por lo que resulta pertinente conocer acerca de su génesis y por ende su vigencia, sobre todo en momentos en que la humanidad no ve la luz de lo que algunos consideran como una crisis mundial.

Emmanuel Mounier, Georges Izard y André Deléage, cerca de 1930, conforman un equipo de trabajo con el fin de darle continuidad a la obra de Charles Péguy, según consideraban era sumamente necesario apartar el orden cristiano de los poderes del dinero y por ende del desorden establecido, su ideal era lograr que los cristianos se impusieran a sí mismo, se cuestionaran y actuaran. En agosto de 1932 luego de periódicos encuentros, Mounier, Izard y Deléage realizan un congreso fundacional, ahí se funda el movimiento "Troisiéme Force" y adoptan el nombre de Esprit para una revista, según cita Lucien Guissard en su obra Emmanuel Mounier (1968).

El equipo de trabajo se fue incorporando rápidamente a nuevas figuras del ambiente francés como colaboradores con artículos en la revista, tales como Jean Lacroix, Berdiaeff, al Dr. René Biot, entre otros. La revista con cada nueva publicación generaba felicitaciones; sin embargo, también fue ganando enemigos, quienes presentían un sabor a socialismo en sus posturas.

El primer número de dicha revista data de octubre de 1932, el primer artículo es de Emmanuel Mounier, se titula "Refaire la Renaissance", en él inicial con las siguientes palabras "nous disons: primauté du spirituel et l\'on est tout de suite rassuré.L\'esprit, ce vieux cher obstacle, si confortable, si familier" (www.esprit.presse.fr), se denota en ellas el principio personalista de persona como un ser espíritual, cuyo carácter será innegable en todo el planteamiento del pensador francés; además Georges Izard, aporta un comentario titulado "La patrie et la mort", en el que se persibe su impronta revolucionaria "il faut accepter les chaines humaines et chercher la vraie liberté" (Íbid), la búsqueda de la verdadera libertad a pesar de las cadenas que tenga que cargar la humanidad.

Es en la edición número 6 de Esprit, donde se inició lo que el mismo Mounier declaró a su hermana en una carta: "¡Va a ser un escándalo!" (Guissard 1968:19), dicho número abordó el tema de la ruptura entre el orden cristiano y el desorden establecido; es así como empezaron a surgir las dificultades, además del escaso presupuesto para mantener la publicación, algunos de los colaboradores iniciales empiezan a separarse del movimiento. En mayo de 1933 se dio lo inesperado, el arzobispo de París, interviene en el tema y solicita los fundadores de Esprit los puntos de vista de la revista, pese a dicha intervención no se dan medidas que interfieran el proceso de la revista. A pesar de esto los aprietos no cesaron otro imprevisto surgió, ésta vez en el seno de "Troisiéme Force", ya que se dio una disputa entre Izard y Mounier cuyo desenlace fue la renuncia del primero de su cargo como redactor en jefe de Esprit.

Los alcances de los artículos publicados de Esprit, iniciaron rumores de una condena de la revista por parte de Roma en Mayo de 1936, Emmanuel Mounier con la colaboración de Jacques Maritain, presenta un informe de defensa en cuyo texto aparece "los colaboradores de Esprit son hijos de la Iglesia" (Guissard 1968). La idea de condena romana se derrumba no obstante es visible el malestar de un grupo de católicos con respecto al carácter de la revista. Sin embargo Esprit tenía su atención en la coyuntura europea, la guerra española, el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, estos eventos impulsan a Mounier a denunciar y rechazar tanto el capitalismo, el fascismo y el nazismo, por considerarlos aliados, y como respuesta apela al personalismo. Su accionar acarreó consecuencias, el 25 de agosto de 1941, por parte del Régimen Francés de Vichy fue prohibido Esprit, a lo que Mounier repuso "No dudo que, al tercer día, resucitará de entre los muertos", un año después, fue encarcelado, pues se creía que era uno de los dirigentes del movimiento "Combat", y además excomulgado, pues se hallaba en rebelión contra el poder, según cita el autor.

Es en diciembre de 1944 cuando vuelve a la luz Esprit, con su editorial "Esprit, nouvelle série" (www.esprit.presse.fr), retomando la temática de revolución personalista, marxismo, democracia, pero sobretodo atendiendo el argumento de postguerra. El 22 de marzo de 1950 muere Emmanuel Mounier debido a una anomalía cardiaca, según comenta Jean Marie Domenach, en su artículo "La mort d\'Emmanuel MOUNIER", en Esprit en mayo de 1950.

Con la muerte de Mounier, la dirección de la revista fue delegada al crítico literario Albert Béguin, hasta su muerte en 1957, cuando es asumido el cargo de director de Esprit por Jean Marie Domenach hasta 1976, actualmente la revista es dirigida por Olivier Mongin, quien ocupó el rol de Director desde 1989. Hoy día la revista Esprit se muestra al mundo como un medio de pensamiento contemporáneo, su orientación personalista ha sido atenuada pero no desplazada, se apuesta más a un encuentro intelectual, por lo que han resonado nombres en sus artículos como Hanna Arendt, Hans Jonas, Emmanuel Levinas, Martin Buber, Paul Ricoeur.

Esprit, continua con el espíritu que la impulsó a responder a los desafíos sociales, a pesar de que se encuentren críticas que la cataloguen como un simple movimiento burgués en contra del desorden establecido, y como un medio mercadeable que paso a ser parte de una elite social determinada, el recorrido histórico que ha desarrollado dicha revista ha de encontrar eco en nuevos medios de comunicación, lograr agrupar a intelectuales en torno a una reflexión social en miras de una revolución personal pero sobretodo comunal.


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