El camino por recorrer

Esteban Josué Beltrán Ulate


El siglo XX inicia permeada bajo múltiples concepciones, desde una arista poco definida y a su vez, un poco obscura, el pensamiento filosófico postmodernista, que resalta una visión antropológica existencialista laicista, ejemplo de ello, la noción de Súper Hombre en Nietzsche, disgregaciones de la angustia existencial planteada por Kierkergaard, la Nausea en el existencialismo ateo de Jean Paul Sartre.

Siglo XX, el siglo de los totalitarismos como lo llamaran algunos historiadores y sociólogos, también es producto de un proceso de revolución Industrial que proyecta a algunas naciones a un desarrollo desmedido de bienes materiales y a la vez a un desplazamiento del sentido de Ser en cuanto al deseo incesante del Tener. Como primeros matices reaccionarios de pueblos en clamor de una libertad del campesino, de la clase trabajadora y olvidada por las elites gobernantes, afloran enfrentamientos, tal es el caso de los primeras pugnas a lo interno de naciones europeas que a su vez incitarán a un daño mayor al expandir sus procesos bélicos dando paso a una primera Guerra Mundial en 1914; además, la opresión Zarista se ve suprimida con la organización de la clase proletaria rusa, y bajo la bandera de los Bolcheviques y postulados marxistas, la constitución de un nuevo modelo de organización social que hasta el momento había parecido como una simple quimera.

La humanidad flagelada tras los incidentes sangrientos de la primera guerra mundial reacciona de manera airada, la inicua búsqueda de culpables, la tormentosa sombra de la derrota, la nebulosa corrosiva del impacto económico al sector europeo, desembocan en nuevos conductas degradantes de la sociedad, mismas que serán medios de destrucción masiva, agrediendo lo más íntimo de la naturaleza humana, su vida.

Se dan replanteamientos, reinterpretaciones de sistemas de pensamiento, tal es el caso del socialismo, de corrientes liberales; y surgen también nuevos postulados en base a consensos orgánicos, y/o elitistas, surgen el fascismo y el nacionalsocialismo, movimientos propulsores de hechos desagradables, retrogradas, anti-humanitarios. La concepción antropológica de hombre yace dispersa bajo una nebulosa, la utilización de ética y moral al servicio de las decisiones por parte de los regímenes totalitaristas son sosos, risibles; y la inoperancia de agentes concebidos como liberadores, tal caso del papel de la institucionalidad maquinizada de la Iglesia tanto Católica como sus desmembradas corrientes cristianas, entorpecidas bajo el opio del poder.

La humanidad entera, pasado, presente, futuro, se ve interpelada en un hecho empapado, de odio, rencor, desolación, decepción, como el caso de la Segunda Guerra Mundial, donde además de lo que representa el combate entre piezas del mismo ajedrez, humanidad que se agrede a sí misma, Caín que mata a Abel para morir en sí mismo, la confabulación e interpretación de nociones en pro de una súper raza, la visión de Humanidad pura, aria, la forma impía en la que llevan a cabo masacres colectivas, el olvido del Hombre de sí mismo, la crisis de la humanidad.

Hoy, en las puertas del siglo XXI, con el inminente desarrollo Tecnológico, y la sobre-explotación de los recursos naturales, con una carga de culpa, dolor, ante los crímenes contra la humanidad del siglo pasado, la desesperanza sigue en pie, el nihilismo, la apatía, conatos de totalitarismos surgen en pueblos, como es el caso de Latinoamérica y su terrible posesión en manos de marionetas al servicio del capital.

Pero aún, el fogón sigue humeando en las tierras campesinas, la esperanza de tierra y pan, estudio y trabajo, siguen en pie, un siglo que inicia, un camino por recorrer, nueva filosofía por explorar, sembrar sobre las cenizas del pasado sangriento, indudablemente necesario replantear una visión antropológica que guíe los esfuerzos tanto educativos, políticos, económicos, sociales, en pro de una Humanidad que así lo clama.

Caín muere cuando mata a Abel, Set es el encargado de seguir adelante luego de que sus hermanos murieron, sed vosotros pues los encargados de hacer camino al caminar como diría Antonio Machado, y vivir fiel a la naturaleza que nos corresponde como Seres Humanos Racionales Espirituales, amalgama indivisible, esencia de amor y libertad.

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2008, El Camino por Recorrer. Beltrán E.

Prensa Libre, Opinión. Jueves 26 de junio, Costa Rica

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