Libertad, palabra e idea

Esteban Josué Beltrán Ulate

A través del corpus intelectual de pensamiento plasmado en la historia, se vislumbra la necesidad de esclarecer o reinterpretar elementos que dispongan al ser humano a un modo de ser ante la vida, es ahí como indistintamente, escuelas de pensamiento, religiones y otro tipo de agrupaciones, tanto en niveles micros como macros, seguidores y formadores de teorías, plantean un tratado de dogmas o exhortaciones a seguir para poder llevar a cabo tal ideal.
Libertad, ¿ser o no ser libre?, una cuestión que la humanidad ha venido inquiriendo, podría ser simple pregunta propia resultado del vacío existencial que afronta el ser humano, quizás aturdido por la acelerada banalidad a la cual se ha encausado el modus vivendi de las sociedades, debido a presiones generalizadas en torno a los sistemas económicos inhumanos, y el auge a gran escala de tecnología al servicio de unos pocos. No pretendo buscar culpables mediante la presente disertación, sino más bien establecer un diálogo, que parta eso sí de un análisis donde la persona sea el eje primordial.
Es pertinente replantearse el significado de la palabra libertad, la humanidad en su proceso hominización-humanización debe estar dispuesta a una constante revisión de sus planteamientos, la palabra surge como la encarnación de la idea, sin embargo no logra expresar la idea misma ya que el plano intelectivo escapa al del lenguaje, las disposiciones lingüistas que desarrolla cada cultura van guiadas de sus vivencias y de un conglomerado de actitudes diversas y dinámicas que la envuelven, por tanto la palabra no surge sola, con ella surgen todo un repertorio comprometido con ella en un modelos sistémico de redes.
El escollo ineludible surge ante la relación idea-palabra, pensamiento-lenguaje, ya que su substancia parte del ser del hombre, se bifurcan en diferente esencia, el lenguaje es algo aprendido, en cambio la idea es algo que te aprehende. La idea surge sin necesidad de palabras, mientras que la palabra surge como idea, se torna escabroso determinar que la idea precede la palabra, lo reconozco, ya que en algunos momentos cada idea va acompañada de una imagen que a su vez evoca palabra, sin embargo con los sentimientos, perteneciente quizás a la zona oscura de nuestro inconsciente denotaremos como ciertas situaciones emotivas nos evocan ideas sin palabras, que con el paso del tiempo evolucionan en nuevas palabras acuñadas. En síntesis, a mi modo de ver las cosas, la idea precede la palabra.
Libertad, es una de estas ideas, cargadas de una complejidad, que han llegado a absolutizar a través de la palabras definitorias que lo único que han alcanzado es su limitación, y su esclavización bajo postulados ineptos, la palabra al igual que el hombre debe evolucionar.
La libertad es una invitación a una conquista diaria, que reafirma la libertad existente en el Hombre. La libertad es una condición del Ser, algo intrínseco dentro de la esencia misma de cada ente. La humanidad por su naturaleza, es libre y potencialmente capaz de alcanza la libertad. Nunca pierde su libertad, sin embargo la puede enajenar, y lo logra cuando incurre en acciones que lo llevan a alejarse de su naturaleza, y aunque algunos consideren que esto es ser libre, se estaría partiendo de una concepción de libertad como simple poder de elección, absurda idea, ya que estaría limitando los alcances de la libertad. El hombre no libera al hombre, sin embargo el hombre puede enajenar a sí mismo su libertad y obstruir en el compromiso de libertad con otros.
La palabra libertad no logra alcanzar la utópica encarnación de la magnífica esencia de la idea, creada únicamente en múltiples lenguajes, (vrijheid, freiheit, freedom, liberdade, libertà, liberté, libertad) por la suprema humanidad que intenta erigirse día a día a una civilización donde la persona sea tratada como tal, aunque aún muchos no lo sepan.



Libertad, palabra e idea. Beltrán E. Nuestro País, (www.elpais.cr),
Opinión. Domingo 21 de junio, 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario