Los heroes han muerto

Esteban Josué Beltrán Ulate
ebelula@hotmail.com

Epocas memorables han transcurrido en el oscuro hilo conductor de la historia, ganadores y vencedores confrontados en inexplicables conflictos, que entregan como saldo cierto morbo en los labios, en la absurda busqueda de sentido patriota algunos han instaurado personajes entre nosotros para estimular un deseo de preservación imperialista, cada pueblo se refleja en sus íconos, mientras algunos alaban figuras míticas de cabellos largos ocultos entre montañas el filo de un fusil, otros recuerdan jovenes valientes que arriesgan su vida en pro de un ideal, ardiendo en una cascada de plomo sin saber que más de cien años después el mismo pueblo que intentó liberar se entrega al antojo de la vanidad de vanidades.

Los heroes han muerto, y lo dificil de esto es enterarse que realmente no los necesitamos, el pueblo no necesita de redentores sino de un despertar de la masa hacia la trascendencia, misma que elevará el sentido del hombre hacia la liberación de su consciencia, atada a mecanismos alienantes a los cuales se ha adherido por animalidad.

He visto hombres y mujeres, niños y niñas, cantando a uno que entre nososotros no esta, recordaban su valentia y deseo de libertad, sin embargo, luego de terminar su canto todos ellos marcharon de nuevo a su carcel, aquella caverna donde no más que sombras pueden observar. Les han hecho creer que su pueblo tiene heroes y patriotas para que no aparezca en ellos el deseo de libertad, -Ya los patriotas y heroes han luchado, por nuestra libertad- escuché a un hombre decir mientras la soga que cubria sus ojos no le permitian ver los rayos del sol.

Mientras no exista un camino hacia la evolución de la conciencia, cada pueblo seguirá atado a mitos, será facilmente manipulado, y le harán creer que tiene poder de decisión en un sistema guiado por la batuta de modelos económicos que distan de promover humanismo, ya que divagan en teorías competencia.

Alzar la tea del conocimiento y prender fuego sobre la ignorancia es una labor que nos compete a todos, cada uno desde su singularidad respetando la pluralidad de quienes nos rodean. No basta solo con recordar hazañas del pasado, siguiendo el eco de la voz del autor latino, singulas dies singulas vitas putas, vivir cada día como una vida, marcar en el lienzo de la historia nuestra existencia, un fugaz instante que se agota pero que es paso para nuevos destellos de vida, creación.

Enterrados estan los heroes, es necesario resucitar en cada ser humano una consciencia aletargada por la dinamicidad de la sociedad, producto de la lucha de poder y competencia impulsada por los sistemas politicos que desvinculan el ser y se apoyan en el deseo de tener.

Los heroes muertos estan, nuestras consciencias claman por un despertar, encontremonos en el rostro de los demás y en compromiso libre elevemos la tea del conocimiento ya que solo él nos liberará.

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